Jesús Bastida, pintor de marinas

Jesús Bastida, pintor de marinas




Jesús Bastida (Oviedo, 1936) se formó en el estudio que su padre, el artista canario Jerónimo Bastida, tenía en Asturias. Rara vez pintaban al natural. Instalados en el taller,  Jesús observaba como su padre daba movimiento a la mancha azul del agua, dedicaba horas a la espuma e iluminaba el gesto de un marinero asustado tras un naufragio.



Siendo todavía niño se trasladan a Madrid. Siguen sin ver el mar, pero prosiguen con éxito su actividad. Su estilo clásico, su elaboración artesana de cada detalle, el valor otorgado a luz y al color es reconocido con éxito de ventas y premios.

En 1975 Jesús hereda los pinceles y prosigue con el espíritu y la sensibilidad especial de sus Cantábricos bravíos.

Hasta hoy que, tras unos años de retiro y por la insistencia de sus hijos, Bastida saca a la luz las pinturas que guarda en su estudio. 

SELECCIÓN DE OBRAS


Nocturno


Regreso
Amenaza

En tierra


Estanque en el parque. Gijón



Detalle de faro


Exposición en Trotaconventos, Tres Cantos


Diecinueve años después de su última exposición Jesús Bastida muestra sus pinturas de los últimos años en el Trotaconventos de Tres Cantos.
Y es que con taberneros como Celestino no hay manera de resistirse. Celestino construyó su bar con "sus propias manos". Es el "propietario" más comprometido con su negocio y clientela. En Trotaconventos te sientes como en casa, comes bien, bebes a gusto, toda la decoración está pensada para disfrutar y estar cómodo. Por eso, Jesús Bastida accedió a exponer sus cuadros allí. 
Bastida es un pintor de otra generación. De los que no concebían utilizar los bares como salas de exposición. Sin embargo no se lo pensó mucho y aceptó, tras una caña y unas patatas revolconas.
La iniciativa de Celes de colgar las obras de artistas y artesanos en su bar cumple tres funciones: primero, las hace visibles; segundo, renueva la decoración a los parroquianos del Trota y tercero, da vida al bar, al sector Descubridores y también a Tres Cantos, que falta le hace. 
Este mes de junio el Trotaconventos se decora fresquito. Mareas sin playas, olas, barcos, gaviotas y faros para recibir al verano.